Te busco , te espero.

Camino lentamente por las calles desiertas de mi ciudad y cada esquina oscura , cada paradero de neón,

cada calle , cada hombre solitario , me recuerda tú silueta.

Camino lentamente por las avenida y puentes y en medio del frío la lluvia se refleja , tú delicada imagen.

Ahora no sé , ahora no quiero saber  , ahora no puedo saber... dónde estás.

Recorro el espacio inhabilitado de los espacios de las utopías , ahora no sé dónde en Vecindario , las luces son iguales.

Tal vez es Milano o Hannover el olor de la cervezas me confunde ..

el color de la lluvia es igual en cada ciudad a la madrugada , no quiero saber donde estoy .

No quiero saber donde estas .

Los relámpagos son diferentes . En Canarias en las noches de noviembre los relámpagos son verdes, yo y mi amiga lo sabemos.

La lluvia es igual en cada ciudad del mundo pero los relámpagos no.

En Canarias son blancos y lo sabe aquél pescador japonés a las dos de la madrugada en medio de la lluvia , peleaba con un gran pez para obtener su comida.

Y aún no te encuentro , no quiero esperarte .

El camino a mi casa es el mismo desde cualquier parte del mundo , siempre habrá un licorera en el camino y me guiará  , además podré comprar unos resfrescos  y habrá un loco en la esquina y una prostituta se cruzará en mi camino y alguien mendigará .. por amor. 

Yo mengido porque me amen ,yo mendigo por la imagen de otros  , camino como ebria . Ebria de dolor , ebria de incomprensión.. ebria de ti