Dejó el horros de la vida para entrar en el horror de la muerte.

La noche estaba estrellada y ella estaba conmigo , llovía fuerte , era una noche de noviembre y aunque nos mojábamos fuímos caminando al apartamento. Allí en aquel barranco , encontré la infamía de Dios , claro que Dios existe veo todos los días lo gran misería que es y la maldad que causa . Allí presencié la escena : Un perro moribundo había ido a caer al barranco . Quería seguir , no ver , no saber , pero el perro con una llamada muda , angustiada , lastimado me llamaba arrastrándome a su muerte.
Resbalando,bajo el aguacero,bajé con mi niña el barranco . Era uno de esos perros criollos callejeros , corrientes , que en Bogotá lo llaman "gozques" y en Medillín " perros chandosos". Cuando traté de levantarlo con mi niña para sacarlo del agua descubrí que el perro tenía las caderas rotas , que aunque lo sacaramos no trendría sentido , porque estaría sufriendo y no habría esperanzas de salvarlo. Seguro que un coche lo había atropellado y el animal , arrastrándose, había logrado llegar al barranco , pero se había quedado atrapado en sus aguas al intentar cruzarlas .¿Cuánto llevaría allí? Días tal vez , con sus noches , bajo las lluvias a juzgar por su deterioro. Sólo Dios sabrá que es el culpable de todo esto. Él con mayúscula porque no sólo después de punto se empieza por mayúscula si no porque con la mayúscula que se suele usar para el Ser más monstruoso y cobarde que mata y atropella por mano ajena  , por la mano del hombre , con su juguete , su sicario.
- No va a poder volver a caminar - le dije a Belinda .Si lo sacamos es para que sufra más.Hay que matarlo.
- ¿ Cómo?
- Disparándole - le dije.
- Yo no soy capaz de matarlo - me dijo Belinda.
- Tienes que ser. - Le dije.
- No lo soy - repitió.
Entonces le saqué el revólver del cinto , puse contra el peño del perro y jalé gatillo.
La muerte sonó sorda , muda , amortiguada por el cuerpo del animal , cuya almita pura , limpia se fue rumbo al cielo de los perros , en donde no entraré yo porque soy parte de la porquería humana. Dios no existe y si existe es la gran gonorrea.